Prisionera del tiempo, así me siento. Horas, horas y más horas que acaban todas en un mismo final. ¿Para qué necesitamos hacer las cosas a su tiempo? ¿Es que no tenemos toda la vida para hacer lo que nos apetezca? Me gustaría poder estar con él, amarrada a su piel sin un ritmo fijo todo el tiempo que yo así lo quisiese. Me encantaría poder disfrutar de un paisaje hasta que me duelan los ojos. Gritar al viento, darte un beso, saltar sin cuerda, correr sin pausas, soñar contigo, volar en un sueño, sentir lo que siento, morir por sus labios, respirar aire puro, caminar sin camino, cantar a voces, bailar sin control, marcar tu cara con una caricia, comerme un caramelo, notar un cosquilleo subiendo por mi espalda, rozar tu pelo, sonreír al alba, andar mientras llueve, mirar las gotas unirse en los cristales, beber un poco de alcohol, arder en tu garganta, encender la luz y saber que ha sido una pesadilla... ¿Por qué todo lo bueno lleva tiempo y despeina? No sé, pero lo que sí se es que pienso volverme una loca con tal de hacer todo lo que yo quiero y me gusta hacer