jueves, 14 de abril de 2011

     Nunca te encajarían las piezas, porque nunca te conté las veces que entre la gente te miré, porque nunca te diste cuenta de todas las miradas que quedaron perdidas en el aire, porque siempre que te dije te quiero pensaste que fue un simple te quiero y ya está, porque diste por sabido que mi corazón buscaba sólo tu amistad cuando mi corazón ansiaba tu ser, ansiaba coger tu alma con manos suaves para que nunca se cayera de aquel alfeizar creado con el amor que brotaba por las rendijas de las heridas de mi corazón; porque jamás caerías en la cantidad de noches que pasé abrazada a mi corazón llorando desconsoladamente por un sueño tan irrealizable que hacía que mi ser se pudriera por todas aquellas lágrimas llenas de dolor y desamor, porque en la vida llegarías a saber lo que pude sentir por tí. Ahora me quedan recuerdos de un amor imposible que hoy día duerme en los brazos de Morfeo, junto a mis ganas de amar.

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