miércoles, 29 de febrero de 2012

     A fin de cuentas, me sigo considerando la chica pensativa y solitaria. Día tras día no encajo en ningún lugar y la puta soledad me consume, como se consume un cigarro a base de caladas. Poco a poco va quedando menos de lo que un día fui para algunas personas y para mí misma. ¿Qué hacer? ¿Qué pensar? Ni idea. Pero, a veces, a una le apetece encerrarse en sí misma y dejar que el tiempo se vaya, igual que se van las esperanzas de que algo cambie.

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